lunes, 6 de agosto de 2012

Licencia por paternidad

Las vacaciones en México, están por terminar. Los niños en unas semanas entrarán a la escuela y el ritmo de vida seguirá su curso de nuevo. En esta ocasión más que presentar actividades para los pequeños quizimos compartirles algun artículo que nos recordara lo importante que es la presencia del padre en casa, sobre todo en la llega de un nuevo bebé.
!Esperamos lo disfruten!

Licencia por paternidad

Alejandra Diener .
* Tomado del portal: www.yoinfluyo.com      
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La llegada de un nuevo integrante a una familia siempre es una gran alegría. Siempre emociona a sus progenitores y a los abuelos, tíos, hermanos y demás. Aunque muy posiblemente los negativos estén diciendo que depende las circunstancias en que esté llegando, que los hermanitos no son tan felices por el arribo de alguien que les va a quitar su lugar, etcétera. Pero como aquí tratamos de ser propositivos, seguiré con mi relato de esta ocasión.
Un bebé, una nueva vida siempre es para festejarse. Cuando los papás llegan al hospital para comenzar con el desenlace del eterno esperar de nueve meses, el trabajo de parto, la sala de labor, la incertidumbre de aquellas parejas que no se prepararon con un curso de psicoprofilaxis y todo lo que implica ese momento que a pesar de ser común, no deja de maravillarnos como milagro innegable de la naturaleza.
Al nacer el bebé, las fotos, las sonrisas, el alivio de la madre. Los días en el hospital recibiendo las visitas, el cansancio, “el veinte” que le comienza a caer a los nuevos padres. Todo es parte de la vida del nacimiento de un nuevo integrante de una familia. Porque es familia aunque no tengan hijos, puesto desde que se dieron el sí en la ceremonia de matrimonio formaron una nueva familia, aunque muchos no lo sientan así. Ese par de días que se quedan en el hospital, no saben ni remotamente lo que les espera al llegar a casa, pero la novatada normalmente es inevitable. Llegan y la primera noche, a pesar de que los padres están en su hábitat de costumbre, quien no reconoce nada es el bebé y por obvias razones llora toda la noche, lo hace porque no sabe hablar.
Los papás se desvelan, se sienten agotados, más que cuando se iban de fiesta hasta altas horas de la madrugada. Se sienten más cansados que cuando estudiaban la carrera, que cuando tienen que reportar en la empresa que trabajan. Se sienten, lo digo en plural, porque no sólo la madre vive lo anterior, sino el papá también. ¿O a poco pensaban que el padre es una máquina insensible que como no parió no tiene secuelas la paternidad? ¡Para nada! Pregúntenle a uno primerizo sobre todo, seguro en la oficina tiene los ojos como con arena, lo inunda una angustia, mezclada con emoción y mucha mucha frustración por no poder estar con su esposa y el bebé.
Sin embargo, la madre tiene algo que en México llamamos equivocadamente “incapacidad por maternidad” ¿incapaces? No lo creo, somos más capaces aún, porque explotamos todo ese don de multifuncionalidad que nos caracteriza a las mujeres, pero siguiendo con lo que nos ocupa, esta licencia por maternidad es muy común en México; La Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social contempla 42 días de incapacidad antes y después del parto, pero para la asegurada.
No hace mención para el esposo. Y aquí me centraré precisamente en lo último, ya que se me hace retrógrada, del siglo pasado, medieval, ignorante, incoherente, todos los calificativos que se les puedan ocurrir, el hecho que nuestro país no tenga una licencia por paternidad. El papá también tiene que adaptarse a lo que le está sucediendo en su ser biopsicosocial.
Por ejemplo, para que vean que no ando tan errada, algunas empresas consideran estos permisos de paternidad como prestación, pero no son obligatorios, es un avance, pero algo que hay que aplaudir es lo que en enero, más específicamente el 26 de enero de 2012 se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el decreto de reforma al Artículo 21 de la Ley de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, que otorga a los hombres un permiso por paternidad de 10 días hábiles, en los casos de nacimiento natural de un hijo e incluso por adopción. ¡Ah! Eso sí nos hace una ciudad de vanguardia, porque está promoviendo la complementariedad entre hombre y mujer y algo muy importante, la conciliación trabajo y familia que hará a la empresa más productiva, por ende a la ciudad.

Los varones no son máquinas, son humanos y aunque no hayan parido literalmente, créanme que tienen su corazoncito y no podemos hacerlos a un lado de todo, es preciso involucrarlos para que la familia se integre y se fortalezca, pero para ello el Estado debe de ayudar.
Un botón de muestra, en España se otorga 112 días para la madre y 15 días para el padre, está a la cola de Europa. Concretamente, ocupa el octavo puesto detrás de Turquía y Suiza, ambos países con 112 días para la madre y 3 para el padre, Letonia con 112 días para la madre y 10 para el padre, Chipre por su parte sólo 112 días para la madre y nada para el padre, Bélgica 105 días para la madre y 10 para el padre, Eslovenia otorga 84 días para la madre y 11 para el padre y Liechtenstein sólo 56 días sólo para la madre. Y Alemania otorga también dinero como ayuda para los padres reciente. Dirán que tiene que ver con sobrepoblación y control de población, yo más bien lo veo como un aliciente para que la familia siga funcionando, porque el comienzo está justamente ahí, en la familia y si no la protegemos ¿qué será de la sociedad?
Y para no quedarnos atrás y ver hacia delante
Hablando de matrimonios y familias, en Estados Unidos hace unos días el propietario de una cadena de mil 600 restaurantes de comida rápida Chick-fil-A, Dan Cathy, ha comentado acerca de los mal llamados “matrimonios” entre homosexuales diciendo que: "Apoyamos firmemente la familia y la definición bíblica de la unidad familiar. Somos un negocio familiar, seguimos casados con nuestras primeras esposas... Y damos gracias a Dios por ello".
Hecho que la agenda LGBT y los políticos que apoyan a estos movimientos ha provocado una cacería de dichos restaurantes, como por ejemplo el alcalde de Boston, declaró que no hay cabida para la marca en la ciudad. Por su parte en las redes sociales, se ha movilizado la gente que reprueba estas conductas intolerantes de los cabildeos LGBT y ha logrado abarrotar los restaurantes. Nos llaman intolerantes, si repruebas sus conductas, tolerantes si las aplaudes. Incongruencia y relativismo en este mundo maravilloso.
Nos leemos la semana que entra para no quedarnos atrás y ver hacia delante.
@yoinfluyo
alediener@infromandoyformando.org

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