La flor de Nochebuena es uno de los símbolos más importantes de la Navidad en México y en todo el mundo. Pero, ¿sabías que es originaria de México? Esta flor era ya conocida por los aztecas con el nombre de cuetlaxóchitl. Al parecer es originaria de Taxco, donde los padres franciscanos, llegados de Europa, tuvieron la idea de usarla para adornar un Santo Pesebre en los días de Navidad. En 1823 el embajador estadounidense, Joel Roberto Poinsett, visitó la ciudad de Taxco y vió en la Iglesia de Santa Prisca un nacimiento franciscano, adornado por unas hermosas y grandes flores rojas que le daban un suntuoso aspecto, y enamorado de esa flor la envió a su país. Con el tiempo, la flor fue tomada como símbolo de la Navidad en Estados Unidos y hoy adorna los hogares de todo el mundo en esas fechas.
Por su parte, el pavo también es considerado uno de los grandes regalos que México ha dado al mundo para celebrar la Navidad. El pavo fue probado por los españoles en 1521. Estas aves se criaban en los alrededores del palacio del emperador Moctezuma. Hernán Cortés narra en sus cartas que la carne del guajolote era superior en sabor a los mejores platillos de las posadas de Sevilla y él le envió algunos ejemplares al Rey Carlos V para que se deleitara con ellos. A partir de 1537 ya se criaba en España, y se difundió posteriormente a Francia y Gran Bretaña. A través de los siglos se popularizó en todo el mundo y se engalanan con este platillo las cenas navideñas de muchos países.
El pavo vivía también en estado salvaje en los bosques de Canadá. Los franceses que se aficionaron muy pronto a sus carnes lo llamaron dinde (de Indias). El pavo alimentó a los hambrientos colonos ingleses que desembarcaron en Massachusetts el último jueves de noviembre de 1620. Desde entonces los norteamericanos celebran el día de Acción de Gracias con una comida clásica a base de pavo relleno.
Fuente: Tiempo de Navidad en Familia. (Autor Maria Mercedes de la Garza)
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